martes, 25 de abril de 2017

Cuando el aficionado no deja ser al aficionado.

El domingo 23 de abril de 2017 se jugó la enésima edición del clásico español entre el Real Madrid y el Barcelona, un partido que dejó mucho fútbol, mucho esfuerzo y un gran espectáculo para todos aquellos que lo presenciaron y que gustan de disfrutar el juego sea quien sea el equipo o equipos participantes o cuando menos eso se quiere creer.



Si algo caracteriza al aficionado de fútbol en México es que no deja disfrutar las cosas y se queja mucho cuando otro hace lo que quiere y eso que hace no va acorde a sus creencias futbolísticas. Ya sea por "creerse más", por molestar al prójimo o simple y sencillamente por intolerante, empieza a criticar a aquellos que no comulgan con su creer y los más atacados son aquellos que apoyan a algún o algunos equipos europeos o de otro lugar que no sea el país.

En un mundo tan globalizado como el nuestro, no es raro ver a personas con playeras de equipos extranjeros y que gracias a lo antes mencionado haya crecido la afición por equipos a los cuales uno no tiene la oportunidad de ver en vivo, el aficionado de sillón se convierte en parte de un fenómeno global y de la expansión del deporte gracias a las señales televisivas o de internet y eso es un pecado para muchos.

"No puedes apoyar a un equipo si no los has visto nunca en el estadio" dicen unos, "Mexicano cara de artesanía indígena que se siente español" dicen otros para ofender, "¿Por qué discuten por equipos extranjeros" cantan más, "No me imagino a un inglés haciendo lo mismo en un Guadalajara contra América" sale también, criticando, burlándose, tratando de hacer sentir mal a una o varias personas por su gusto.



Para disfrutar el fútbol y para hacer lo mismo con un equipo uno no debe de nacer en la ciudad, país o hasta continente donde juega el equipo. Hay mil y una razones que tiene el aficionado para apoyar a un equipo y todas, todas son válidas. Que si el uniforme es bonito, que si ahí juega un gran jugador, que es el más ganador o quizá porque es tu sueño visitar la ciudad donde juega. Es poco entendible que se critiquen ese tipo de cosas, pero es parte de la idiosincrasia del mexicano: Atacar cuando no hay razón.

Una de las principales críticas para los que apoyan a cualquier equipo europeo es la falta de tez blanca y cabello rubio, como si eso fuera requerimiento para tener, mínimo, un poco de aprobación de parte del crítico. Otro motivo es el no haberlos presenciado en vivo, no toman en cuenta que es algo complicado y que la distancia no es un impedimento para el amor o cariño hacia un club.

Diría Miguel Mateos "vive y dejar vivir, vive y deja vivir nada más, y no te vas a arrepentir" y eso podría aplicarse en estos casos. La carrilla futbolera siempre existirá, pero esa carrilla debe ser única y exclusivamente por cosas futboleras, no por cuestiones raciales o por capacidad económica.

Es complicado ser un aficionado al fútbol, porque no entienden tu pasión hacia un equipo, pero que lindo es poder disfrutar del mismo como cualquier aficionado del mundo. El fútbol es unión, hermandad y finalmente un deporte-espectáculo. Hay que darle su justo valor y no criticar por apoyar ya sea al equipo de la liga casera o de la liga extranjera pues la lucha es en la cancha, no fuera de ella.

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