La fecha FIFA quedó atrás y con ello la Liga MX regresó. Mala, irregular y todo lo que quieran, pero es el torneo que más esperamos y que más consumimos porque es nuestro. Toluca venía de varios días de concentración para armonizarse y recuperarse mentalmente para tratar de lograr un regreso positivo, pero muy lejos se estuvo de eso, vamos, pocos esperábamos una victoria en León, lo que esperábamos era ver más actitud, más fútbol y no hubo ninguna de esas cosas y la consecuencia fue una derrota que desmoralizó a muchos aficionados.
Cristante quizo repetir la fórmula que le funcionó contra Tigres al llenar la media de contenciones, destruir antes que construir, lo que no calculó fue que León tiene un sinfin de variantes, velocidad y un juego de conjunto que podía romper ese plan. Jugar a aprovechar la única que tienes y hacer un juego perfecto te puede funcionar esporádicamente y comprobamos eso. Errores, desatenciones y falta de concentración tiraron por la borda lo que tenía en mente el entrenador y no sólo eso sino la falta de lectura de un partido que era difícil, pero que tenías a tu favor.
La postura timorata del Toluca da miedo, "es lo que hay" dirán muchos, pero con menos que eso otros equipos están haciendo mejor las cosas y sí, es horrible tener que comparar nuestra situación con otros equipos y no sólo centrarnos en lo nuestro, pero las justificaciones generan ese tipo de cosas. También es cansado tratar el tema del delantero de las mil oportunidades, de la inconsistencia de un lateral favorito del entrenador, de la nula oportunidad a otros jugadores por estar "verdes" y el dar minutos de sobra a jugadores para después agarrarse de ahí para no volver a meterlos. Yo quiero creer en Cristante y hay tiempo para que saque las papas de fuego, pero me ha dejado un mar de dudas las últimas jornadas.
En fin, quedan cuatro partidos, tres de ellos frente a rivales que están arriba del equipo en la tabla general, en el rendimiento y que son de las mejores cinco defensas del torneo. La situación no es tan catastrófica todavía, hacernos fuertes en casa sería suficiente para lograr los puntos necesarios para ser locales en el repechaje, lo complicado será lograr que el funcionamiento sea el adecuado para lograrlo.
El pesimismo, el hartazgo y la tristeza están volviendo a ser lo que domina en el aficionado rojo, todo justificado por la falta de actitud que se ha visto en las últimas jornadas. Aquí queremos que le vaya bien al equipo, pero no nos están dando argumentos para ser positivos y esperar lo mejor. Ojalá que las cosas cambien para bien, aunque se ve un poco complicado eso. Próximo partido: Domingo 11 contra Monterrey en casa, prueba dura pero accesible históricamente hablando.
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