Hernán Cristante se salió de su
guion normal y gracias a ello Toluca pudo salir de San Nicolás de Los Garza con
los 3 puntos. Sí, no fue un partido atractivo, espectacular y a la mejor lindo
de ver, pero los Diablos Rojos necesitaban un resultado positivo y esta
victoria fue, para muchos, más que positiva, aunque para otros acabó siendo
algo sin mucho que destacar.
El parado táctico con 3
contenciones fue diseñado para nulificar la media de Tigres, mostrando un respetando
grande al cuadro regio y tratando de minimizar sus cualidades. Un poco feo, sí,
pero la urgencia de romper la mala racha jugando como visitantes pesó más.
También Toluca aplicó la que le habían recetado en los dos últimos partidos:
presión alta, eso complicó mucho la salida felina.
El overol bien puesto: La gran
mayoría de los elementos rojos que pisaron la cancha sabían perfectamente que
el encuentro requeriría un desgaste físico enorme y corrieron como hace mucho
no se veía. Se generaron varias contras que se veían peligrosas,
lamentablemente no se concretó alguna.
La falta de 9: Triverio tuvo una
oportunidad más y muchos minutos más sin gol se acumulan en su espalda, no se
siente miedo alguno con él al frente (tampoco con Estrada, pero bueno) y si
bien el rival no era uno a modo para anotar, se le sigue acabando el crédito
sino es que ya lo agotó. Eso sí, desgaste tuvo, pero esa no es su función.
El triunfo importó más que las
formas, viene bien a lo anímico y recupera un poco la confianza que se perdió
por parte de la afición después del último tramo. Viene una visita a San Luis,
rival que en su actual versión ha jugado 2 encuentros contra Toluca y ha
perdido ambos. ¿Qué versión del Toluca veremos? Un misterio total, hemos visto
como puede dominar, como puede ser dominado o como puede ser frío y efectivo.
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