Que partido tan infumable vimos
el sábado por la tarde en el Nemesio. Un Toluca inoperante, chato, con falta de
ideas y variantes no pudo frente a un Atlas que dio su “mejor” partido del
torneo y ni eso le alcanzó para anotar o causar mucha preocupación real, salvo
una llegada, frente al arco defendido por Luis García.
Los rivales están haciendo bien su tarea: ahora fue Atlas quien presionó alto y complicó las salidas, también minimizaron el aporte de Canelo, lo que generó que el ataque rojo no pudiera generar oportunidades de gol con él y si restamos a Canelo de la ecuación no hay alguien que logre intimidar la portería rival.
Sambueza, siempre Sambueza: el
capitán, el 14, el único que está corriendo, gritando, exigiendo en la cancha.
Sólo no puede y por momentos se nota la frustración de ver que tiene gente con
talento a su lado, pero que ese talento no está siendo explotado, ya sea por
desidia, baja de nivel o vayan a saber ustedes qué les pasa.
¿Jugamos con once realmente? En
cuestión cuerpos en la cancha, sí; respecto a jugadores que aporten, realmente
no y es difícil con ello poder hacer mejor fútbol. Castañeda está desaparecido,
poco aporte de su parte y vive de su tiro de fuera del área, parece que es lo
único a lo que le tiene confianza. Estrada pues lo mismo de siempre, aunque
ahora no tuvo algo claro porque no apareció. Ambos jugadores tienen calidad y
es claro, lo malo es que o no la muestran o pasan por un momento futbolístico
bajo y lamentablemente no tienen presión real de la banca o a la mejor sí, pero
el once está muy marcado.
La cosa es clara: esto es una
llamada de atención muy fuerte para Cristante. La situación no está aún para
prender las alarmas, pero sí para que mueva o intente mover las pocas piezas
que tiene a su disposición en la banca. Debería de acabar finalmente esa idea
de no querer bajonear a los jugadores y con ello seguir brindando oportunidades
inmerecidas y también sentar a algunos que pasan por un nivel que aporta poco o
nada en el once titular.
Toluca no puede darse el lujo de
dejar ir puntos en casa y menos contra rivales que son más débiles, en teoría.
Quizá todos creíamos que Atlas sería un rival a modo, pero nada más lejos de la
realidad. Haciendo un resumen de los últimos partidos hemos visto un declive un
tanto preocupante en el accionar del equipo. Contra Pumas ganamos dando un mal
segundo tiempo, contra Cruz Azul quitando los cinco minutos donde cayeron los
goles se vio una merma y ahora contra los zorros si acaso un par de tiros a gol
y ya.
Ahora hay poco tiempo para
replantear las cosas. Tigres es el próximo rival y tiene un gran plantel,
aunque está acompañado de gran irregularidad también. Ojalá que las cosas se
den para el Diablo y se consiga un resultado positivo, porque es primordial
recuperar lo perdido.
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