DIABLO IMPOTENTE

Es complicado para nosotros, como aficionados, ver que jornada a jornada el Deportivo Toluca está perdiendo pegada, la idea que se traía al principio del torneo se va desvaneciendo y con ello los resultados y el juego colectivo se van para abajo. Los Diablos Rojos cayeron en casa frente a Pachuca y muchas cosas que iban de manera decente se desvanecen.

Empecemos por la ausencia de Sambueza. Toluca está pensando en el presente con nuestro capitán y referente, pero no se piensa a futuro y no tenemos un relevo natural para el 14, ni siquiera a un jugador que se acerque un poco a las funciones que él hace en el equipo y eso se nota. Se supone que Plata podría ser ese jugador que supliera un poco ese espacio, lamentablemente el nivel del jugador es paupérrimo y ni la ausencia del argentino le alcanzó para colarse en el 11 titular.

La alineación de hoy pintaba para jugar con un parado diferente y así fue, sacrificando la posición creativa y llenando la parte de arriba poniendo a un Yrizar en una posición que claramente no domina y donde su aporte fue mínimo. Triverio ya sabemos que podrá esforzarse, intentar, pero no le sale nada y lleva casi mil minutos sin gol. ¿En alguna parte del mundo un delantero con esa sequía sería titular? No lo creo.

De nuevo hay que tocar el tema Castañeda, un jugador que no aprovecha sus minutos en la cancha, que no aporta, ya no tiene siquiera la astucia para crearse oportunidades y aprovechar su mejor arma que es el disparo de fuera del área. Se pide mucho banquear a varios, la cosa es que no hay material humano para suplirlos, aunque esa falta de talento se podría suplir con alineaciones diseñadas para maximizar lo que se tiene (como sucedió contra Tigres), sólo falta el ánimo de intentar variar las cosas aunque, claro está, uno sólo escribe como DT de sillón, seguro no es tan fácil.

Hay preocupación por la sequía, la falta de variantes da miedo y el brindar oportunidades a jugadores que no las merecen ponen a pensar en “compadrazgos” encima de lo deportivo, aunque no todo es negro: la defensa ha mejorado, la cosecha de puntos de principio de temporada nos tiene peleando liguilla, tenemos una media de contención eficiente y estoy seguro que esta es la mala racha que suele atravesar cada equipo en el torneo y pronto se saldrá de ella. Eso sí, no pensemos que volveremos a meter de a tres por partido, los triunfos que vengan serán cerrados (no por ello sufridos). El momento para que Cristante demuestre esa madurez como técnico de la que tanto se habló ha llegado y, ojalá, se den resultados positivos en lo que queda del torneo.

Todos queremos lo mejor para el Deportivo, ojalá se dé y regresemos a la senda del triunfo pronto. Próximo partido: domingo frente a Puebla, de nuevo en casa.