martes, 4 de julio de 2017

Juan Carlos Osorio y la presión del TRI.


Han pasado ya unos días desde que finalizó la copa confederaciones, las aguas se han calmado un poco en el entorno periodístico y del aficionado respecto a la participación de la selección mexicana en dicho torneo y la, de nuevo, decepcionante participación (para algunos) al no llegar a la final o siquiera haber acabado en los primeros tres sitios.

La selección está en una etapa crítica.


Lo que viene para el actual técnico de México es pesado. Nadie puede discutir que es un técnico estudioso, que logró muchos triunfos en un equipo importante de Colombia como es el Atlético Nacional, que los números son positivos en su gestión, pero eso no cuenta a la hora de los partidos decisivos para dar el salto de calidad.

La eliminatoria en CONCACAF ha resultado muy positiva. Con pie y medio en el mundial el primero de septiembre podría asegurar la séptima aparición consecutiva de México en la máxima cita del fútbol, cosa que debe conseguirse sí o sí dada la debilidad de la confederación donde se compite. Lograr el pase al mundial de manera tan anticipada es bueno, pero no es suficiente.

Los años pasan, las generaciones mejoran, pero no se da el paso final.


El problema de Osorio no está en conseguir resultados, pues los consigue, el problema es que en las ocasiones que ha tenido oportunidad para dar el paso siguiente (Copa América y Confederaciones) su equipo no sólo no ha competido, se ha visto vapuleado por los rivales y sin siquiera la posibilidad de poder hacer algo.

Lo que manda en el fútbol es el resultado y eso todo mundo lo sabe, pero las maneras en cómo conseguirlo pesan y pesan más si a pesar de todo lo que llevas acumulado sea bueno a la hora importante no puedas avanzar. Las rotaciones y el utilizar a jugadores en posiciones que no dominan han causado crítica por todos lados, justificada en muchos casos pues eso afecta al rendimiento del futbolista.

Osorio está siendo presa de la presión.

Por supuesto que no todo es culpa de Osorio, pero al ser él quien toma las decisiones en cuanto a lo futbolístico es en quien recae todo el peso y eso se vio en el partido contra Portugal, donde perdió la cabeza de tal forma que se fue expulsado y dio una mala imagen.

EL tiempo es oro para Juan Carlos Osorio. La participación de la selección alternativa en la copa oro será sin lugar a dudas más importante de lo que se creía. Un triunfo con un plantel lleno de jugadores de la liga local podría abrir su abanico de posibles jugadores para asentar su proyecto, para demostrar que puede hacer las cosas bien y que no debe cundir el pánico.

Si hay algo que debe darse a tan poco tiempo del mundial es la continuidad y ojalá se de la misma pues un repentino cambio en el timón dejaría a la selección sin cabeza y con el tiempo perdido, pero para que se dé esa continuidad debe llegar un mejor juego y ese mejor juego depende de Osorio y su equipo.


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