La Eurocopa de Francia ha dejado
ya la fase de grupos, los peores 8 equipos del torneo se despidieron y ahora
llega la fase de eliminación directa donde, por lo visto hasta el momento,
podrían seguir apareciendo las sorpresas de los equipos denominados “chicos” y
de los cuales no se esperaba sino que fueran unos simples comparsas.
En un principio el aumento de 16 a
24 participantes parecía una locura, que era relleno para generar más partidos,
más dinero, más asistencia pero que reduciría la calidad del torneo.
Afortunadamente el fútbol tuvo la última palabra y los partidos en casi todos
los grupos fueron atractivos, llenos de sentimiento de parte de aficionados y
jugadores y mostraron que las distancias, aunque sea en este momento, se han
acortado.
Las revelaciones se dieron, las
decepciones también, el miedo y la violencia lamentablemente fueron actores
principales en varios momentos de la competición, fortunadamente poco a poco las
autoridades recompusieron el camino y la copa volvió a ser una fiesta
tanto en la cancha como en la tribuna para beneplácito de todos.
Tantas historias han surgido,
tantos contrastes se han dado y se podría ahondar en cada uno de los participantes
pero hay que destacar ciertos puntos que se dieron. Una de las más grandes
decepciones de la copa fue Rusia, futura selección que será anfitriona del
mundial. Los rusos dejaron muchas dudas tanto en la cancha como fuera de ella,
fracasaron en un grupo que los ponía como mínimo en segundo lugar pero no
pudieron hacer más que un punto y sumando a eso la actitud reprobable de sus
fanáticos el miedo plantó una semilla que podría germinar en el 2018.
Otro punto a destacar es la
actuación de equipos que pintaban para ser meros acompañantes en Francia pero
que, gracias al buen fútbol, están calificados. Hungría, Irlanda del Norte,
Islandia y Gales mostraron que no se necesita un plantel plagado de estrellas
ni tener una gran cantidad de jugadores en las grandes ligas para poder
destacar.
La táctica, el buen juego de
conjunto, el amor propio y las ganas de destacar fueron más que suficiente para
que estas selecciones se ganaran el cariño de los aficionados y no sólo eso, si
siguen jugando como lo han hecho podrían llegar a instancias finales dado lo
bondadoso que fue el cuadro con algunos de ellos.
Hablando del cuadro de la fase
final, la selección Portuguesa podría considerarse la más afortunada pues
aunque no logró ganar partido alguno se coló a la ronda de 16 y con un plantel
que puede dar el salto de calidad y contando con uno de los mejores jugadores
del mundo puede llegar a la final, no sin antes sortear a equipos con hambre de
destacar.
Los equipos históricos de Europa
siguen en competición y claro que son favoritos, claro que merecen ser
mencionados más siempre de ellos se habla. Que Alemania para campeón, España
quiere el tricampeonato, Francia y su localía y demás cosas salen en todos
lados. Alguno de ellos estará en la final, aunque han demostrado su
vulnerabilidad por momentos, sumando a eso que probablemente tengan que
enfrentarse entre si, será una lucha encarnizada la parte baja de la
eliminatoria.
Viene el momento decisivo, lo que
todo mundo espera, donde se busca llegue el mejor fútbol de la copa. Ojalá que
todos los gladiadores del rectángulo verde den todo para que el espectáculo sea
grato, para buscar que sus selecciones lleguen lo más lejos posible y para que
el mundo vea que este deporte es más que eso, un simple deporte, que sirve para
hermanar a las naciones que giran y vibran durante 90 minutos o más alrededor
de un balón.
Para cerrar hay que mencionar a Zlatan Ibrahimovic, un genio de los campos que se retira a nivel selección. Lamentablemente para él no consiguió algo y se va sin poder demostrar todas sus cualidades en este torneo. Una pena que la escuadra escandinava pierda a su gran referente pero todos tienen que cumplir un ciclo y ese ciclo finalizó para Zlatan. Grande su legado y ahora a disfrutar lo que le queda a nivel club,
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