Toluca derrotó a Cruz Azul, se mantiene en la
cima de la tabla general una semana más y hay que aclarar una cosa: son los
menos culpables de la poca capacidad arbitral que tuvieron Fernando Hernández y
su equipo durante el segundo tiempo. Sí, los últimos minutos se volvieron un
caos dada la nula personalidad del silbante, poco a nada tuvieron que ver los
Diablos en ello.
Lo que nos dejó la victoria en el Azteca fue
confirmar que el equipo es uno con personalidad, que sabe recuperarse y
remontar, que está fuerte mentalmente y que los pasajes de buen fútbol cada vez
son mayores, eso en el aspecto positivo. En lo no tan bueno tenemos que se
sigue sufriendo (un poco menos que antes) en la defensa, que no se acaba al
rival cuando se tiene la oportunidad y que, en términos generales, le gusta
sufrir a este equipo por ser tan canchero en ocasiones.
Los dos goles del rival fueron a causa de
errores propios más que por buenas jugadas, eso sí, también la fortuna nos
acompañó en esta ocasión porque las ocasiones de peligro donde nuestra defensa
fue rota no se concretaron gracias a lo malos que fueron los rivales. Se debe
seguir trabajando en esa área para ya minimizar esos errores que acaban en
nuestras redes.
Al César lo que es del César. Que lujo de media
tenemos. Marcel y Navarro son, sin lugar a dudas, jugadores con una visión y
capacidad extraordinaria, comprometidos con el equipo y que están rindiendo
mucho más de lo que muchos creían y eso será siempre positivo, más con Marcel
porque aún no llega a su máximo nivel dada su juventud y de seguir así podría
tirarle a cruzar el charco pronto.
Seguimos en busca del mejor nivel de nuestros
delanteros. Siento que en esta ocasión no hubo mucho para González, quien se
vio participativo en pelear balones y jugar de poste, pero también necesita
cazar más. Sanvezzo otro gol a su cuenta de penal, por lo menos sabemos que
buen cobrador es.
La manera paciente y precisa de jugar del
Toluca agrada mucho. Se minimiza la pérdida de balón y se busca maximizar la
posesión, factor que es bueno porque así el rival tiene menos oportunidad de
crear ocasiones, pero es malo porque en ocasiones es intrascendente eso y no se
finalizan las jugadas.
El marcador acabó siendo justo pues el fútbol
premió, de manera injusta para algunos, a quien hizo más por ganar. Sirve mucho
porque se quita el peso de no ganar en el Azteca y sirve para reforzar el ánimo
para enfrentar el miércoles al otro equipo que mejor está haciendo las cosas.
Toluca no ha llegado a su tope futbolístico, aunque está subiendo de nivel.
Para acabar, pero no por ello es menos
importante, la afición del Toluca está poniendo todo de su parte para que el
equipo se sienta cobijado y apoyado. Gran presencia en las tribunas, apoyando y
demostrando que hay sintonía entre todas las partes del club. Esperemos que
esta luna de miel siga durante mucho tiempo y que el apoyo no falte en momento
alguno, así como que tampoco falte el buen fútbol rojo.
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