martes, 17 de agosto de 2021

TRISTE EMPATE EN EL NEMESIO


 

Toluca tenía la mesa servida para borrar de la mente de los jugadores y de la afición el trago amargo que se vivió el sábado pasado en el Azteca, enfrentaba a un rival que venía también de ser goleado, en casa, con su gente y todo lo que se vio es que la cosa puede ponerse fea.

Quizá sea exagerado eso, pero no era raro pensar que un triunfo se podría conseguir de manera, sino simple, con comodidad y así que el equipo se volviera a enrachar. El parado que eligió Cristante era el Obvio, con tres cambios respecto al encuentro pasado (dos forzosos) y un Ian que tal vez no esperábamos ver.

El partido inició como se esperaba, con un poco de dominio local y con un gol que le puede venir bien al español del Toluca, después de eso mucha inconsistencia, poco generar llegadas, pases erráticos y mala suerte. El gol del empate vino de una falta inexistente y con displicencia defensiva en la barrera, un jugador puede brincar, quedarse quieto, nunca debe separarse de sus compañeros, eso sucedió y por ahí pasó el balón (desvío incluido) que se incrustó en la portería de Saldívar, quien pudo haber hecho más a mi parecer.



 El destino quería que el Diablo se mantuviera arriba y con un penal muy dudoso (para mi no era) Sambueza anotó y todo pintaba bien, se aguantaba el resultado y esperaban ir al vestidor con la ventaja. Lamentablemente un buen despliegue de Mazatlán y una salida tibia del arquero choricero hicieron que al descanso el marcador estuviera empatado.

Para el segundo tiempo todo fue un desastre, un equipo sin imaginación, que se veía flojo, sin ánimo, sin ideas para romper el parado defensivo del rival, con cambios que no aportaron y dejando en la banca al único que podría haber apoyado en crear algo diferente (o cuando menos eso creo yo) y bueno, san se acabó y un punto fue lo que se rescató.

El resultado fue malo por muchos lados. De haberse obtenido el triunfo se empataba a Mazatlán en la porcentual, demuestra que el mazazo anímico de la goleada sigue ahí, que no hay capacidad de generar algo diferente para destruir a las defensas cuando se ataca y que desde la banca no hay una lectura adecuada del partido.



Que no se pueda mantener ventajas y que al verse empatado el equipo no es cosa de este torneo, ya tiene tiempo y eso es algo que debe ocupar al cuerpo técnico, se sabe bien de las virtudes y carencias que tiene el plantel y con ello se debe trabajar para minimizar lo malo y exprimir al máximo lo bueno. El trabajo mental también debe atacarse a la de ya, cada que le anotan al Toluca el equipo se cae por lapsos de tiempo prolongados y si se va perdiendo hay poca o nula capacidad de reacción.

Hay tiempo para trabajar, el equipo no es una catástrofe, pero empieza a preocupar al aficionado ávido de alegrías y que ya tiene poca paciencia. Se apoya siempre, pero también se exige algo mejo que lo mostrado esta tarde. El próximo partido será fundamental para que todos los que forman y formamos parte del Deportivo Toluca respiremos y retomemos el buen ánimo, hoy era el día para ello, no se logró y ahora a esperar al sábado.

Toluca no es el peor, obvio no, pero no puede darse el lujo de dejar escapar puntos en casa y menos contra equipos que, por pura lógica, no deberían de ser problema.

No hay comentarios:

Publicar un comentario