La cita estaba ya pactada y afortunadamente para el béisbol latinoamericano, Cuba volvió a participar en la serie después de largos 44 años de ausencia, consecuencia de la decisión del otrora mandatario de ese país -Fidel Castro- quien al prohibir los equipos profesionales en su país, impidió que los peloteros de los equipos de la isla pudieran representar a sus colores. Con el ingreso de los cubanos, la serie pasó a tomar otro formato, para contar con cinco equipos.la serie se jugó en la primera ronda todos contra todos y los cuatro equipos con mejor récord pasarían a las semifinales, las cuales se jugarían a un solo juego para elegir a los dos que competirían en el juego decisivo por el título.
La primera ronda no dejó muchas sorpresas, los Navegantes de Venezuela encabezaron la clasificación con un récord de tres triunfos y un descalabro, siendo seguidos por los Naranjeros de Hermosillo, Tigres de Licey e Indios de Mayagüez, todos con dos triunfos e igual número de derrotas. El equipo eliminado fue el de Naranjas de Villa Clara de Cuba al solo lograr una victoria en sus cuatro juegos.
La segunda semifinal fue un duelo de picheo entre Venezolanos y Puertoriqueños, hasta el octavo capítulo, donde los borícuas anotaron las únicas dos carreras del partido, gracias al sencillo productor de parte de Eddie Rosario con lo cual derrotaron a los locales Navegantes de Magallanes. Todo estaba listo para la gran final: México y Puerto Rico buscarían un título más.
Otro duelo de picheo fue lo que nos dio este partido, por lo menos hasta la sexta entrada, pues tanto Joel Pineiro por Puerto Rico como Juan Delgadillo por México tuvieron un gran duelo, hasta que el primero tuvo que salir por tener pocos días de descanso. Esto, causó que los bates mexicanos despertaran y se soltaran en esa decisiva sexta entrada.
Jonrón de Chris Robertson y un sencillo de Daryle Ward abrieron el score, posteriormente Sebastían Valle conectó un grand slam que le dio a México la ventaja que ya nunca dejó. Una carrera más entró en la octava entrada, cortesía de un hit que dio Gil Velázquez y que llevó a Daryle Ward a anotar y por parte de Puerto Rico entró la de la honra anotada por Rey Navarro en la novena. Eso fue todo, cayó el out veintisiete unos minutos después y todo felicidad para la escuadra mexicana, el bicampeonato se logró finalmente y la escuadra tricolor ahora es ganadora de tres de las últimas cuatro series del caribe.
Matias Carrillo -manager de los Naranjeros- guió a una escuadra que no tuvo mucho tiempo de descanso entre la final de la liga del pacífico y el inicio de la serie del caribe a lograr algo histórico para su escuadra, que logra la octava corona del caribe para México y segunda para la escuadra de Hermosillo. Gran torneo para los mexicanos que ahora buscarán repetir el próximo año en Mayagüez. ¡Felicidades, México! ¡Felicidades, Hermosillo!
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