Febrero 2 de 2014 es
la fecha. East Rutherford, New Jersey el lugar, específicamente el MetLife
Stadium fue el hogar de uno de los Súper Bowls más esperados desde hace muchos
años: Denver Broncos contra Seattle Seahawks, los mejores equipos de toda la
temporada regular en la NFL.
El duelo era ideal, la
mejor ofensiva de la temporada, comandada por el histórico jugador Peyton
Manning enfrentándose a Seattle y su “Legion of Boom” una de las unidades
defensivas más aterradoras desde la de los Chicago Bears del 85.Se pronosticaba
un duelo parejo, pero eso no sería así.
Un protocolo perfecto
para presentar a los equipos, el himno nacional de Estados Unidos interpretado
de hermosa manera por Renee Fleming y el volado siendo lanzado por el emblemático
jugador de los New York Jets Joe Namath, pronosticaban un duelo increíble.
Lamentablemente para
los Broncos, la realidad fue otra, primera jugada ofensiva y vino el primer
error, lo que presagiaba una mala noche: fumble entre Manning y Ramírez el cual
le costó a Denver los 2 primeros puntos en contra dado que el balón fue
recuperado por los jugadores que vestían de naranja en su propia zona de anotación, causando así la auto-anotación.
Lo que siguió a esto
fue un concierto de Seattle, manejando muy bien el balón, consumiendo tiempo y
generando un par de goles de campo, se veía remontable conocida la capacidad de
Manning, pero ahí fue que los fantasmas del pasado llegaron, un par de
intercepciones del mariscal una que se convirtió en un touchdown de Marshall
Lynch y otro, durante la mejor serie ofensiva de Denver, que fue regresada
hasta la zona de anotación por Malcom Smith.
Llegó el descanso, Un
breve respiro de la adrenalina que produce este partido. Todo estaba listo para
que Bruno Mars y los Red Hot Chili Peppers hicieran cimbrar al inmueble, lo
lograron con buenas interpretaciones de sus éxitos “Just the way you are” y “Give
it away” cumpliendo de buena manera para el público en general, demostrando
porque Mars es en la actualidad uno de los mejores intérpretes de la música pop
y que los RHCP son, una leyenda viviente.
El tercer cuarto no
pudo iniciar mejor para Seattle, patada y regreso para anotar de parte de Percy
Harvin para poner un marcador de 29-0 irremontable realmente para cualquier
equipo, pero algunos creían que algo podrían hacer para revertir esto los
comandados por John Fox.
De nuevo, una buena
ofensiva de los de Colorado fue destruida por un Fumble de Demarius Thomas, que
estaba en busca de ganar más yardas luego de conseguir una gran atrapada.
Posteriormente Jermaine Kearse anotó gracias a un pase de Rusell Wilson para
poner 36-0 esto, una losa inquebrantable para cualquier equipo en cualquier
categoría, más por el tiempo que quedaba (3:11 del tercer cuarto)
Manning y los suyos no
querían irse en blanco y finalmente lograron una anotación y una conversión,
para poner cifras en sus números, pero unos minutos después Doug Baldwin anotó
de nuevo para ampliar la ventaja de la escuadra de Washington, quedaban poco
más de 11 minutos, más nada iba a cambiar esto.
Russell Wilson, Richard Sherman, Marshall Lynch, Glden Tate, Percy Harvin, Malcom Smith entre otros, lideran a un equipo que es muy equilibrado, defensiva sobresaliente, ofensiva poderosa, puede que estemos presenciando el inicio de una dinastía pues sus figuras son jóvenes y llenos de hambre de triunfo; Pese a competir en una división muy fuerte donde tienen de rivales a San Francisco, Arizona y Saint Louis, tienen como repetir por varios años si mantienen el piso.
Para Peyton Manning fue una noche dura, otra derrota en el juego grande, pese a tener una campaña increíble, estadísticamente la mejor de la historia para una ofensiva, no pudo cerrar bien y ahora tendrá que replantearse muchas cosas: antes que nada, su salud, pues en fechas próximas tiene chequeo para ver si puede volver a jugar y de ser positivo, encargarse, junto con John Elway de mejorar aún más su plantel, pues debe de doler una derrota como esta y buscará regresar al gran juego.
Muchas felicidades a los Seahawks, que dieron una gran campaña y que la finiquitaron con este maravilloso triunfo, que emocionó mucho y que brinda a su ciudad el primer campeonato en deportes profesionales desde que en el 1979 los extintos Seattle Supersonics fueron campeones de la NBA. El 12° hombre debe estar satisfecho y orgulloso de sus jugadores.
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