Las Chivas Rayadas de Guadalajara y los Tigres de la UANL son los contendientes, son equipos que han venido ganando trofeos en los últimos años (copa y liga respectivamente) pero, sobre todas las cosas, han venido manejando un proyecto deportivo que la mayoría de los equipos de la liga envidian y en una época donde los números, los puntos conseguidos son los que dictan lo que sucederá, ambos equipos han logrado un balance tal que sus planes han logrado al momento máximo.
Si hablamos de Guadalajara, lo primero que podría venir a la cabeza es Jorge Vergara, dueño del equipo, protagonista de muchos momentos buenos y malos, dueño de declaraciones y polémicas, de promesas incumplidas, pero es un hombre que ha dado la espalda a los reflectores y que desde el año 2015 dio el comando de su equipo a un personaje que ahora es el iniciador de una época que podría marcar la historia de su club: Matías Almeyda.
Almeyda llegó a México para arreglar a un equipo roto, que tenía ciertos problemas en la tabla de cocientes y sobre todo, un equipo sin idea futbolística. El técnico argentino vino a poner orden, a arreglar lo que estaba roto y poco a poco logró conjuntar un equipo que se ha establecido como contendiente a ganar lo que se le ponga enfrente. La Copa MX ya fue conquistada por él y sus dirigidos en un par de ocasiones, pero eso no es su máximo objetivo, su objetivo final es coronarse en la liga y devolver a su club a lo más alto.
Tigres es el club que menos debe preocuparse por la falta de continuidad. Ricardo Ferretti tiene ya muchos años al frente del club y durante esos años ha conseguido muchos títulos nacionales, pero es en los últimos 3 años cuando ha dado pie para convertirse en un equipo de época, su manejo de plantel y su estrategia han hecho de sus Tigres un rival casi imposible de vencer.
Ambos equipos tiene planteles poderosos, han invertido mucho dinero en ellos, tienen técnicos que saben ganar,. Pizarro, Gignac, Zaldivar, Vargas, Pulido, Guzmán, la lista de jugadores de renombre sigue y sigue, los protagonistas en la cancha tienen calidad y eso es algo que conviene al fútbol y al espectador. Línea por línea ambos planteles están parejos, quizá los de Nuevo León resuenan más, pero en cuanto a lo que pueden generar están a la par.
Los medios de comunicación están vendiendo esta serie como un David contra Goliat, poniendo como víctimas a los miembros del "Rebaño Sagrado", eso lo hacen porque a la prensa, a la televisión le conviene más que Guadalajara sea campeón pues es un equipo que vende y vende mucho. Tigres está en un mercado más pequeño y por lo mismo no quieren o no les conviene que sean campeones pues sus raitings caerían.
Dejando de lado todo eso, regresando a lo importante, al fútbol, la paciencia, la continuidad y las buenas inversiones rinden frutos y es algo que deberían tratar de copiar todos los equipos. Los 22 jugadores que inicien en la cancha más los que se vayan sumando durante el partido buscan grabar sus nombres con letras de oro en la historia del fútbol mexicano.
Lo que esperan todos los aficionados es una buena final, habrá quien tenga su favorito por motivos de rivalidad, de no querer ver a alguien campeón, pero queremos buen espectáculo. ¿Quién es favorito? Tigres, pero por muy poco ¿Quién le convendría más al fútbol mexicano que sea campeón? Da igual. El cuento de que si a Chivas le va bien al fútbol mexicano le va bien es un cuento viejo y desgastado. No es más meritorio llegar a una final con 11 mexicanos, eso hace menos a los involucrados y genera una especie de "disculpa" si no consiguen el objetivo. Son 11 futbolistas y la nacionalidad importa poco. En cuanto a Tigres y eso de que a puro billetazo ganan, tampoco es cierto pues hay equipos que invierten igual o hasta más año con año y no consiguen los resultados que los dirigidos por Ferretti. El fútbol mexicano gana cuando el campeón hace bien las cosas y ambos equipos las han hecho bien.
Ya viene lo bueno. Ojalá que gane el que haga mejor las cosas en los 180 minutos y que nosotros, los espectadores, disfrutemos cada momento que nos darán.